Historia viva
Las calles de Querétaro cuentan historias, los rincones de la vieja ciudad susurran en cada cuadra, cada plaza, cada esquina. Las viejas casonas guardan sonidos de hace cientos de años, y algunas de ellas se erigen para dar testimonio de un tiempo pasado, servir como fieles testigos de una lejana época en la que Querétaro fue un bastión de la Nueva España.
El Hotel La Casa de la Marquésa, en la icónica calle de Madero, es una de las construcciones que hoy sirve para viajar en el tiempo y entender como fue el Querétaro novohispano.
La casa perteneció a Doña Paula Guerrero y Dávila, esposa del Marqués de la Villa del Villar del Águila, aquel hombre que construyó el Acueducto de Querétaro.
Trece suites de época
La casa data de 1756, cuenta con trece suites que se recrearon para ser de la época y que los huéspedes sientan lo que es despertar en otro tiempo.
En punto de las nueve de la mañana en La Casa de la Marquesa, comienza a sonar un antiguo piano que acompaña la iluminación natural propia de la hora para inundar todo el recinto.
En todo momento el objetivo es transportar a los visitantes a aquellos años en que por las calles queretanas caminaban corregidores, virreyes, soldados, mestizos, criollos, y más de algún conspirador.
Remodelación
La casa fue remodelada hace 27 años, esto permitió rescatar de manera más fiel todas las amenidades que el sitio tuvo en su esplendor.
Los frescos y pinturas son los originales, se realizó un trabajo de rescate artístico y de restauración para poder exponer las obras en toda la casa.
En la actualidad el servicio de restaurante no se encuentra activo, sin embargo se espera que se restablezca para huéspedes y visitantes foraneos.
El Hotel La Casa de la Marquesa cuenta con la posibilidad de ser rentado para todo tipo de eventos, principalmente los relacionados al turismo de romance.
Como parte de sus servicios se puede solicitar el servicio de spa en las suites, así como el de aromaterapia o la experiencia en un jacuzzi.
