Lugar mítico
Dice una de las antiguas paredes de la Pulquería Don Federico que algunas de las propiedades más destacadas del pulque son: quita la angustia, arregla corazones rotos, lima asperezas, aleja de la oficina, cura la tristeza, entre muchas otras. Así nos recibe esta mítica pulquería ubicada en la cabecera municipal de Amealco de Bonfil.
Cultura del pulque
Con una tradición de casi 100 años, Pulquería Don Federico abre las puertas a todos los que quieran conocer y disfrutar de una de las tradiciones milenarias que aún puede presumir de estar viva. La cultura del pulque en México se enfrenta contra la modernidad y su variedad de productos, sin embargo, esta bebida rompe la barrera del tiempo y le da a sus consumidores toda la esencia del México más puro.
Pulquería Don Federico es un sitio de resistencia contra esa modernidad que pretende arrebatar de tajo este elixir prehispánico. El lugar es atendido por Doña Tere, nieta del mismo Don Federico, que desde la década de 1920 abastecía de pulque a los amealcenses. Doña Tere recuerda como, al paso de los años ella inició a trabajar con su abuelo, así mismo tiene presente como ha ido cambiando el pueblo sus costumbres.
Esta bebida es recomendada por las propiedades naturales que contiene: se trata de un fermento de la tierra, con su origen en el maguey y se disfruta gracias al cuidado que lugares como Pulquería Don Federico le dan. La antigua barra, con origen en 1885, es el lugar ideal para sentarse a escuchar viejas historias y a tomar un vaso fresco de buen pulque.
El lugar cuenta con una rocola en la que existen miles de éxitos musicales de diferentes épocas, con los que los clientes podrán disfrutar de sus pulques o curados de una mejor manera. De igual forma la pulquería cuenta con la posibilidad de brindar una comida corrida a quien así lo desee, misma que dependerá de la disponibilidad de la cocina económica que se ubica a un costado de Don Federico.
Pulquería Don Federico, a solo 5 minutos del Centro Histórico de Amealco, resiste el paso del tiempo, su barra con más de 100 años de vida sigue sirviendo pulques a los transeúntes y turistas que se aventuran. La plática y comida que ofrece Doña Tere redondea la experiencia en todos los sentidos; asiste y si te sientes con suerte juega rayuela con los más constantes feligreses que hacen de este sitio un lugar histórico de Amealco de Bonfil.
