Las Misiones Franciscanas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2003.
Es indiscutible que la Sierra Gorda es reconocida principalmente por sus espacios naturales, y la biodiversidad tan abundante y única que alberga. Pero más allá de este paisaje natural, nos encontramos con resquicios de cultura, tradición e historia, un legado digno de conservarse.
Las Misiones Franciscanas han sido testigos de la evolución religiosa que los pueblos originarios adquirieron tras un largo periodo de evangelización, cuyo resultado en la Sierra, fueron cinco imponentes templos de adoración.
La construcción de todas las Misiones ocurrió entre 1750 y 1760, y se le atribuye a Fray Junípero Serra, fundador también de importantes misiones en California.
El barroco popular novohispano, una cargada ornamentación y elementos que refieren el mestizaje de los pueblos indígenas con las técnicas de los misioneros provenientes de España, son puntos clave en estas construcciones.
Misión de Santiago de Jalpan
Fue la primera en ser construida, e incluso fue fundada antes de que Fray Junípero de Serra llegara en 1744.
Está dedicada al apóstol Santiago, y se sitúa frente a la plaza principal de Jalpan de Serra. Está formada por un atrio, claustro, portal de peregrinos y la iglesia, con una capilla en el anexo del lado izquierdo.
Su fachada en estuco y piedra se distingue fácilmente porque contrasta el ocre de las pilastras con el amarillo de sus detalles decorativos, que tienen un color azafrán y se decoran con muchas flores. Cada una de las fachadas de las Misiones, tiene un significado, creado a partir del simbolismo de sus decorados, en esta el sentido es "La Defensa de la fe".
Las principales características del portal adornado en la fachada son Nuestra Señora del Pilar y la Virgen de Guadalupe, así como un águila de cabeza doble, que simboliza la fusión de las dos culturas.
Los elementos europeos incluyen imágenes de Santo Domingo y San Francisco de Asís y el escudo franciscano de los brazos.
Nuestra Señora de la Luz de Tancoyol
También ubicada en el pueblo de Jalpan, es probable que esta misión fuera construida por Juan Ramos de Lora, quien vivó allí desde 1761 hasta 1767.
La estructura es similar a la de Jalpan y Landa. Tiene un templo con planta de cruz latina, área del coro, una sacristía, al atrio con una cruz, y capillas en las esquinas llamadas “capillas posas”.
Tiene la fachada más elaborada de las cinco Misiones, con tres cuerpos, un frontón, cuatro columnas, decoración vegetal profusa con espigas de trigo. El tema básico de la fachada es "La Misericordia", representada por la virgen María y otros santos.
El cuerpo inferior tiene esculturas de los santos Pedro y Pablo. El segundo cuerpo tiene esculturas de San Joaquín y Santa Ana, con la Virgen María en sus brazos y un hueco en el centro. También hay imágenes de La Pasión simbolizada por clavos y una lanza. Este nicho contenía una imagen de Nuestra Señora de la Luz, actualmente está vacío. Entre el segundo y tercer cuerpo, hay una ventana grande y, encima de ella, una representación de los estigmas de San Francisco de Asís.
La cruz principal, en la parte superior, representa la redención con las cruces de Calatrava y Jerusalén a ambos lados. Elementos indígenas se encuentran en el interior, con una imagen de un jaguar y una persona con características olmecas. La cúpula de la torre tiene forma de pirámide con una cruz de hierro barroco en la parte superior.
San Miguel Concá
Se encuentra a 40 kilómetros de Jalpan, en el municipio de Arroyo Seco. Es la más pequeña de las misiones y probablemente haya sido construida en 1754. Está dedicada al Arcángel San Miguel, en sus puertas están representados los santos Pedro, Pablo, Fernando y Roque. Concá es una palabra pame, que significa, “conmigo”.
La decoración cuenta con grandes flores, follaje, figuras gruesas en estilo indígena, y las figuras del sol y la luna, una clara alusión a la dualidad del universo. Se distingue por una imagen de la Santísima Trinidad en la cima junto con un conejo (símbolo pame) y el águila de dos cabezas; su fachada representa "La Victoria de la fe".
Santa María del Agua de Landa
Ubicada en Landa de Matamoros, esta dedicada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción; fue construida entre 1760 y 1768 por Miguel de la Campa, siendo la última de las misiones en ser construida.
En su fachada representa "La Ciudad de Dios", y conjunta imágenes de Cristo, de los arcángeles, apóstoles, mártires y monjas, además de un campanario a un costado. En su interior, hay medallones en el techo de la nave principal iniciando con el de San Miguel Arcángel, con su tradicional iconográfica, seguido por Juan Duns Escoto, en una mano sosteniendo a la Inmaculada Concepción y en la otra una pluma, con la que a través de la escritura defendió incansablemente el dogma de María. Y de nueva cuenta San Miguel al centro del transepto de otros dos arcángeles, Rafael y Gabriel.
San Francisco de Asís del Valle de Tilaco
Se encuentra en una pequeña comunidad a 18 kilómetros al noreste de Landa de Matamoros. Fue construida entre 1754 y 1762 por Juan Crespi y dedicada a San Francisco de Asís. Una de sus características principales es que se encuentra sobre una pendiente.
La torre del campanario está separada de la nave principal por el baptisterio y cuenta con funciones estructurales como contrafuente. A pesar de ser la más pequeña y sencilla de las cinco misiones, es la que se encuentra mejor conservada. Su fachada está compuesta de tres particiones verticales y tres horizontales con el escudo franciscano de los brazos prominentes sobre la entrada principal; se le refiere a su fachada como "Una fe ingenua".
Tiene pequeños ángeles, mazorcas de maíz y una imagen de San Francisco de Asís; sin embargo, lo más distintivo son cuatro sirenas de rasgos indígenas.
Esta misión tiene una de las mejores capillas conservadas en una esquina del atrio, llamada “capilla de las posas”, utilizada para las procesiones.
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