Cada cabaña ofrece una vista hacia la presa, con el reflejo del sol cayendo sobre los tramos cristalinos del agua y la tierra, un paisaje que inspira
El paraíso que no esperabas
Encuentra paz y tranquilidad a hora y media de Querétaro
El sueño de muchas personas: irse a una isla desierta, donde nadie te moleste, sin señal de teléfono y solo una copa de vino en mano, ¡ah!, pero con comida. A solo una hora y treinta minutos de Querétaro, la isla de Tzibanzá se asoma como una oferta ecoturística en Cadereyta de Montes que ofrece el aislamiento perfecto y seguro para viajeros que necesiten apartarse unos días del mundo urbano. Perfecto para unos días de descanso, este campamento tiene por objetivo despertar los sentidos.
Sin embargo, la isla mantiene cierto halo de exclusividad, pues únicamente se han construido 12 cabañas en medio del lago de Tzibanzá. Son apenas 300 personas las que viven en el pueblo, mismas que han formado una cooperativa con el fin de generar un ingreso para la comunidad, habilitar la isla y crear una oferta ecoturística que invite a los viajeros a conocer con más profundidad rincones pocas veces explorados de Querétaro.
Escápate del entorno urbano en una isla apacible
Una vista inigualable
A las puertas de la Sierra Gorda, cada cabaña de Tzibanzá ofrece una vista hacia la presa con el reflejo del sol cayendo sobre los tramos cristalinos del agua y la tierra, un paisaje inspirador. Luego del fuerte golpe recibido por las lluvias que azotaron el estado de Querétaro, la isla y sus pobladores, a base de mucho trabajo, lograron posicionar nuevamente el turismo y la ruta que traza a Tzibanzá: hoy, para acampar, hay que reservar con un mes de anticipación.
Y claro, no todo es calma. Si buscas aventuras, la tendrás. El campamento ecoturístico de Tzibanzá cuenta con diferentes actividades, desde kayak, paseo en lancha, pesca deportiva, hasta ciclismo en lago.
Enciende una fogata y observa la noche estrellada
Un espacio abierto para pocas personas
Al rentar una cabaña (ingresas a las 14:00 y sales a las 12:00 del siguiente día) tendrás derecho a desayuno, comida y cena, un menú casero que ofrece la gastronomía propia del lugar, desde sopes, pasta, milanesas, pollo, agua de sabor y salsas de todo tipo. En la isla hay una alberca y las cabañas están equipadas para cuatro personas con dos camas matrimoniales cada una, baño completo, toallas y colchas.
El paisaje por la noche será totalmente distinto al que acostumbras a la ciudad, pues podrás encender una fogata y mirar la noche estrellada, sin ningún tipo de iluminación ajena que entorpezca la vista. Eso sí, debes considerar el frío cuando el sol se oculte, pues, además de estar rodeada por agua, la isla se encuentra enclavada entre los enormes cerros que dan la bienvenida a la Sierra Gorda queretana
