Querétaro posee una amplia lista de sitios mágicos, lugares enigmáticos, y en un caso en particular, milagrosos. La Hacienda Tlacote el Bajo es recordada en buena medida por la sociedad queretana gracias la famosa Agua de Tlacote.
Durante los años noventa, en Querétaro cobró fama internacional la Hacienda Tlacote el Bajo, cientos de personas formaban filas para obtener un bidón o una botella de la milagrosa agua que brotaba de sus manantiales.
La historia del lugar se remonta aún más atrás, hay registros que datan del Siglo XVI, en el que se puede ver que desde entonces fue un lugar de campo y trabajo, una de las Haciendas que dieron vida a Querétaro durante siglos.
Historia y modernidad
En la actualidad el lugar cuenta con amplios jardines que sirven para eventos sociales. Se ha readaptado la zona de los manantiales y ahora se puede visitar para conocer la historia de aquellos años en los que se conoció Querétaro a nivel mundial por el Agua de Tlacote.
Al ser un lugar eminentemente agrícola, la actual administración ha desarrollado un museo sobre este rubro en los viejos salones de la Hacienda. Decenas de artefactos de época se han colocado para la admiración del público, además de buscar el rescate histórico de cientos de piezas.
Eventos
Es posible visitar este lugar con fines didácticos, escuelas y grupos privados pueden acceder con previa cita para conocer este Museo de la Agricultura Queretana.
La Hacienda Tlacote el Bajo cuenta con un espacios abiertos y cerrados para recibir hasta 500 invitados. Jardínes, salones, cocina, estacionamiento, capilla y terrazas forman parte de las amenidades para hacer de un día especial algo inolvidable.
La elegancia y buen gusto salta a la vista en cada rincón de la Hacienda Tlacote el Bajo; sus pasillos rememoran historias, sus jardines se llenan de naturaleza y los manantiales recuerdan los años más especiales para el lugar.
Disfruta de este sitio a solo 15 minutos del centro de Querétaro y 25 minutos de Juriquilla. Un lugar para seguir escribiendo historias.
