Rompe la cotidianidad y descubre Arroyo Seco, Querétaro, con un clima húmedo y semitropical, te sumergirás en uno de los paraísos naturales de la Sierra Gorda
Adéntrate en la Sierra Gorda queretana
Adéntrate en la Sierra Gorda queretana
¿Hace cuánto no sales de la rutina? Es increíble dar cuenta de que en Querétaro tenemos sitios naturales que aún no se han explorado lo suficiente. La Sierra Gorda, con toda su inmensidad, guarda entre sus faldas la naturaleza paradisiaca que aglomera diferentes climas, cada uno con sus opciones de hospedaje, su variada gastronomía, una geografía diversa y muchos lugares por descubrir.
Por si no lo sabías, a solo tres horas de Querétaro tenemos un paisaje semitropical que no te puedes perder. El Río Ayutla y los Nacimientos de Concá son pinturas que la Sierra Gorda nos regala y pone a disposición para la preservación, el cuidado, el respeto y el contacto con la naturaleza.
Concá y Las Adjuntas
Concá es una comunidad en el municipio de Arroyo Seco, Querétaro, orgullosa de su territorio, tierra que es hogar del Árbol Milenario, un sabino – también conocido como ahuehuete- que se erige como el segundo más grande de todo México. Este árbol nacional tiene la peculiaridad de servir como testigo histórico del paso del tiempo en la sierra, de entre sus raíces brota agua cristalina, tiene 1200 años y es un consentido de la comunidad.
Cerca del viejo Árbol Milenario, a unos 15 minutos, te encontrarás el pueblo de Ayutla, un lugar rodeado de árboles y agua, uno de esos sitios imaginados para el retiro o el descanso. Si exploras el río podrás encontrar los Nacimientos del Río Ayutla, pozas naturales de agua turquesa y vegetación como sacada de una obra de Clausell.
Descansa con el concierto eterno de las aguas del Río Ayutla
A la orilla del río hay cabañas y fondas, además, el lugar es ideal para practicar senderismo, nadar en sus aguas o recorrerlo hasta llegar a las Adjuntas de Ayutla, la intersección entre el Río Santa María (agua cálida) y el Río Ayutla (agua fría), donde se pinta bicolor el paisaje por las diferentes características del agua.
Anímate a tomar el volante y recorre la Sierra Gorda, conoce a profundidad Concá, sus paraísos naturales, refréscate en sus asentamientos, como El Abanico, y camina entre su flora, siempre con la salvedad y convencido de que estás en un territorio que se configura y que se reconstruye en cada paso que das, listo para sorprenderte de nuevo.
