¿Qué tanto ocurre detrás de una boda? Cuando somos invitados o nos toca ser partícipes de estos mágicos eventos solo nos toca ver el resultado final de un largo proceso de planeación pero te has puesto a pensar ¿Qué tuvo que pasar para que esos novios tuvieran su día tal y como lo habían soñado?
Hoy te queremos platicar un poco más sobre uno de los trabajos más complejos y estresantes pero también más gratificantes que existen en la industria del turismo de romance: el de un wedding planner.
Valentina Corro es una empresa reconocida a nivel nacional dedicada a la planeación de bodas únicas, este proyecto liderado por la misma Valentina es el que nos abrió las puertas y nos permitió ser testigos del proceso de montaje detrás de una de sus bodas.
Esta boda, con 350 invitados se llevó a cabo en el imponente salón de Puertas de la Peña que se encuentra ubicado a cinco minutos del centro histórico de Bernal y que se caracteriza por su majestuosa vista del monolito.
Para llevar a cabo una producción de esta magnitud, el equipo de Valentina Corro llevaba en planeación poco más de un año que en el que, entre juntas y entrevistas con los novios se definió el concepto para después, con los meses, aterrizar en experiencias el sentimiento que los festejados buscaban compartir con sus invitados.
El montaje de un sueño
La planeación y diseño de esta boda terminó en más de tres días de montaje. Los momentos más estresantes y emocionantes para el equipo de Valentina. Días largos, jornadas que no respetan descanso y complicaciones que llegan sin avisar. Un desfile de más de 20 proveedores: telas, pista de baile, mamparas, escenario, audio, luces, estructuras, mesas, sillas, manteles, flores, pantallas, mesa de dulces, velas, dj, música en vivo, banquete, fotografía, video, loza, todos coordinados por la maestra de ceremonias, la directora de la orquesta: la wedding planner.
El día del evento.
La culminación de esta producción que da pie al primer día del resto de la vida de los novios empieza desde muy temprano por la mañana con la llegada del equipo de Valentina Corro. Un equipo de 15 personas equipadas con termos de café y listas para la adrenalina de vivir este día contra reloj.
Las horas se les van entre pruebas de sonido, limpieza del lugar, numeración y acomodo de mesas, coordinación de proveedores, repaso del minuto a minuto, conocimiento de la agenda de inicio a fin, división de tareas pero sobre todo en el servicio y atención que se brinda a los novios en todos momento, a sus invitados y a los proveedores. Porque aquí, hoy, todos son un equipo.
Una misión que deja cansado pero lleno de emoción. Una profesión que apasiona, muchas horas que inspiran, sueños que se vuelven realidad a base de trabajo y dedicación. Así se vive un montaje con Valentina Corro y su equipo.
