Todo proyecto nace de un sueño y casualmente toda aquella idea que es imaginada y armada con amor, termina siendo un éxito, tarde o temprano.
Así pasó con La Dulce Compañía, panadería que se ganó el corazón de esta ciudad, de su gente, de sus mañanas y de todos aquellos que creen que el momento más memorable del día es ese que incluye una buena taza de café y un rico pan.
Su dulce historia.
Pero esta panadería no tiene su origen en Querétaro, vino viajando en bici con Amaury Aguilar, su creador, que después de una ruta de casi dos años por Centro y Sudamérica en bicicleta, descubrió que la comida es el lenguaje que utiliza el verbo compartir para conjugarse y que el pan es la forma de hacer sentir a alguien en casa, por muy lejos que se encuentre de ella. Así, esta experiencia, junto con el recuerdo de su infancia en las panaderías de sus tíos y abuelos hicieron que La Dulce Compañía vendiera su primer pan en el 2015 y la posiciona actualmente como un referente gastronómico en la ciudad.
A pesar de venir de una familia de panaderos, el viaje de Amaury en este oficio fue un tanto autodidacta, como sucede en toda buena historia de amor: ensayos, pruebas y errores. Una aventura llena de anécdotas como su primer horno, sus primeros muebles o su primer local, pero que incluye también aciertos, familia, amigos, un pequeño inicio y trabajo duro, mucho trabajo duro.
Su dulce atmósfera
En la calle de Ocampo, entre Hidalgo y Morelos, vas a encontrar su ubicación. No hay pierde, tú déjate guiar por el olor a azúcar, mantequilla y canela. Ahí descubrirás este proyecto. Un lugar que ofrece - además de buen pan dulce, por supuesto - postres, café, pan de caja, de masa madre y sándwiches, ideales para un rico desayuno. Todo hecho con insumos orgánicos, artesanales, locales y sin perder de vista la ecología.
Esta panadería no sólo es una casa donde se comparte, se come rico, se toma buen café, donde la atención es cálida y amable o donde acompañas tu pan con buena música y largas pláticas. También es un hogar donde interesa de igual manera la comunidad, la clientela y los colaboradores. Un lugar dónde la gente importa en la misma medida que la calidad, el sabor, el olor y la estética del pan que producen.
Cuando tengas la oportunidad de visitarlos no dejes de probar el tradicional cubilete de queso, su clásico chocolatin, alguna de sus ricas conchas, el rol de canela perfectamente glaseado, su famoso croissant de almendras o su delicioso crumble de frutos rojos. Estamos seguros que cualquiera de estas opciones te hará regresar una y otra vez por más.
La Dulce Compañía está abierta de lunes a viernes de 7:30 am a 9:00 pm, sábado y domingo de 8:00 am a 4:00 pm, en Ocampo 27 Norte entre Hidalgo y Morelos.
No dejes de visitarlos.
