Las viejas tradiciones de barra y cóctel no se han extinguido, y en Querétaro subsisten en Dodo Café.
Aún es posible disfrutar de un buen trago en un bar tradicional. Hay un lugar donde el hombre detrás de la barra te hará plática, se interesará en ti y te recomendará algún elixir o un platillo para terminar la jornada laboral. En la calle Carranza, en el Centro Histórico, te abre sus puertas Dodo Café, que busca revivir la tradición de los antiguos bares de barrio, a los que los clientes llegaban a platicar con el cantinero y a ser consentidos con una buena bebida.
Así como el dodo fue una especie que el hombre extinguió, los antiguos bares y cafés dejaron de existir, la modernidad arrasó con el detalle de una barra de amigos para comentar los devenires del barrio. El nombre del lugar es un homenaje a eso que se puede extinguir, pero que también puede resistir.
Dodo Café está decorado con madera, al entrar experimentarás la sensación de un recinto poco común, un espacio antiguo arquitectónicamente, pero cargado de un toque de modernidad necesaria para estar en tendencia.
Los cócteles y la comida que se disfrutan en la extensa barra suelen ir acompañados por anécdotas, tal como en los antiguos bares; además de tener un equilibrio perfecto con la música y los colores que adornan el lugar.
La experiencia se redondea en la sucursal de Jardines de la Hacienda, donde el cliente podrá disfrutar de un servicio de desayunos acorde a la filosofía de Dodo Café.
No lo pienses más, sumérgete en la atmósfera tradicional de Dodo Café, déjate consentir con una plática, un cóctel o un platillo. Este café bar siempre será un digno homenaje a aquellos recintos con buena música, buenos parroquianos y un servicio especial.
Descubre un lugar atrapado en el tiempo, saborea su histórico pulque y su deliciosa comida. Visita la Pulquería Don Federico en el Centro Histórico de Amealco de Bonfil.
Santa Marina es rancho agroecológico de turismo rural y regenerativo, con procesos naturales de producción de quesos de cabra, oveja y vaca, así como de vinos naturales.
Amealco de Bonfil te ofrece la experiencia del campo queretano de una manera única. Cosecha lavanda, descansa en una cabaña equipada, pasea en caballo y toma un delicioso vino.