Este recinto se construyó a finales del siglo XVII, y fungió como hospital, hospicio y convento; su objetivo principal era atender las enfermedades de los frailes misioneros que evangelizaban en la Sierra Gorda, además de enseñarles lenguas indígenas.
Después de las Leyes de Reforma, este lugar fue saqueado y convertido en cuartel militar, hasta su nueva congregación en 1884; en el atrio, se encuentra una cruz con motivo de la reinserción de los frailes al antiguo convento, fue colocada en 1950.