Tequisquiapan, hogar de lo mejor de la gastronomía en Querétaro
K’puchinos, El Maravillas y Origens son tres de los mejores exponentes gastronómicos de este Pueblo Mágico.
Para enamorarse son necesarios todos los sentidos. La vista, el tacto, el olfato, el oido y por supuesto, el gusto. Es así como los visitantes de Tequisquiapan quedan prendidos de uno de los mejores lugares en México para disfrutar de una experiencia para degustar aliementos, no es cualquier experiencia, es una en la que se utilizan todos los sentidos.
Durante noviembre Tequisquiapan recibió el nombramiento como tercer mejor Pueblo Mágico, a nivel nacional, para una experiencia culinaria. El Tianguis Turístico de Mérida fue el escenario en el que se le dio este nombramiento al Pueblo Mágico queretano.
A continuación te presentamos tres lugares en los que podrás comprobar esto.
K’puchinos
Hace 34 años nació uno de los íconos de la gastronomía de Tequisquiapan, el restaurante K’puchinos abrió sus puertas y se convirtió en referente local. Para llegar a este sitio se decía que había que acercarse a donde estuviera sentado el Quijote, o simplemente ‘el señor de madera’. La estatua del ingenioso hidalgo recibe desde entonces a los comensales.
Javier Jurado, chef de K’puchinos, explica la evolución que han tenido a lo largo de más de tres décadas. Mismas en las que se han posicionado como uno de los obligados en las visitas al jardín principal de este municipio.
No se podría explicar este lugar sin mencionar la cocina conventual a la que homenajean en cada platillo. Javier Jurado explica que la cocina queretana es una realidad, una que nació en los conventos novohispanos y evolucionó con la cultura de las comunidades originarias. Los imperdibles de K’puchinos son el mole de nopal, el pipián de Amealco de Bonfil, y no se redondea la experiencia sin visitar la terraza La Luna, en la que se puede disfrutar de coctelería con ingredientes típicos de Querétaro.
El Maravillas
En México los platillos cuentan historias de familia. Las recetas se convierten en herencia que trasciende las décadas y habla la memoria sentimental de los pueblos. El Maravillas es un homenaje a un abuelo y el cariño que tuvo por sus seres queridos. El Maravillas es parte de la vida y la identidad de Tequisquiapan.
Alejandro Martínez, chef de El Maravillas, transmite emoción en las historias que cuenta sobre su abuelo. Asegura, que en cada platillo buscan recrear algo anecdótico sobre la feliz infancia que él y sus hermanos tuvieron. El lugar evoca un ambiente de mariscos, razón de los viajes que la familia hizo durante años a Colima. Sin duda parte de la experiencia radica en probar las mezclas entre esta cocina y los ingredientes queretanos.
Este se ha convertido en uno de los sitios de referencia por la atención que brinda; además de que como la mayoría de los restaurantes locales, evolucionó con la pandemia. Ahora ha abierto una terraza en la que es obligatorio probar la coctelería, vinos y cervezas.
Maravillas es un espacio en el que se busca presumir los productos de la región, Alejandro Martínez asegura que las puertas de su restaurante están abiertas para productores locales, ya que considera que hacer buena cocina es parte de hacer comunidad.
Origens
Continuando con los homenajes a la historia, a la familia y a la cocina, es que se llega a Origens. En el lugar donde se ubicó el primer granero de Tequisquiapan existe un restaurante que cautiva los sentidos de sus comensales. El espacio por sí solo cuenta historias y se convierte en experiencia. El huerto recibe a los visitantes, las viejas paredes del granero impresionan y hace parecer que se ha viajado en el tiempo para comer.
En el interior del restaurante existe un muro que cuenta pasajes de la historia de la familia Domènech, una de las primeras en fomentar el enoturismo en la región. Sin duda esto lo convierte en un lugar digno de visitar y de disfrutar, además del servicio y del trato que ofrece Albert Domènech, chef de Origens.
Los platillos de cocina mediterránea encajan a la perfección con la ruta vitivinícola de la región, mismos que son coronados con productos de alta calidad, tanto nacionales como extranjeros. Definitivamente la tarde toma otro sentido con una copa de vino, una tabla de quesos y un poco de mermelada de naranja.
Albert Domènech asegura que su restaurante no es para una comida rápida, se trata de un lugar para cultivar el gusto por la gastronomía local, la convivencia en familia y el vino queretano; otra de las razones por las que se entiende porque en este pueblo la comida cuenta historias.
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