Cactáceas, rocas de diferentes formas, garambullos súper dulces, sol, tierra, aventura: bienvenidos al Cerro del Fraile.
Desde la llegada por carretera se erige en lo más alto del cerro una roca que asemeja la forma de un fraile rezando. La inmensidad y la altitud ya es un indicador de lo que vas a encontrar en el camino. Los ejidatarios serán tus guías en un recorrido perfecto para que te inicies en el senderismo.
Tolimán es conocido por su clima cálido y sus zonas naturales, hay que recordar que el 66 por ciento del territorio estatal está cubierto por sierras; es en ellas que está la aventura, y el camino por recorrer. Entre aves endémicas, garambullos, cactus, cuevas escondidas, chiquiñas y todo tipo de especies espinosas, los senderos se convierten en un reto que emana adrenalina, esfuerzo y satisfacción.
Tomar el camino del Cerro de Fraile es por sí mismo una aventura; sin embargo, caminar entre sus relieves tiene efectos increíbles: el peso de la gravedad, el esfuerzo de los musculosos, el análisis minucioso para cada pisada, el cambio de velocidad en la respiración, una especie de relajación en movimiento que se convierte en uno con el ambiente natural del Fraile.
Ya en la cima, la sensación de evadir el estrés es única, la relajación y el spot de lo más alto del fraile brinda paz, satisfacción y la siempre agradable experiencia de respirar aire limpio y puro.
El recorrido del Cerro del Fraile es de un nivel medio, tendrás zonas de riesgo, sí, pero que se pueden sortear con la ayuda del guía y con algo de paciencia para descifrar el siguiente paso.
Lo bello de este camino son los paisaje que se redescubren con cada avance, mientras más subes, nuevas joyas se dejan apreciar, cabe mencionar que el recorrido es corto, un kilómetro más o menos, la tierra es mezclada, pequeñas piedras sueltas hacen la travesura de fingir ser ruedas, los resbalones pueden ser comunes, por ello es necesario un calzado adecuado.
Igual toma en cuenta una mochila ligera, recomendamos lo siguiente en ella: agua, bloqueador solar, un pañuelo para el sudor, quizá alguna fruta –aunque si subes en temporada de garambullos podrás comer de los más dulces y deliciosos de Tolimán- y carga algún sombrero o gorra, recuerda, estamos en un semidesierto.
Disfruta de todas las actividades que el gobiernos del estado y la secretaría de turismo tiene durante esta temporada.
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