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Ubicado en el jardín principal de Amealco de Bonfil cuenta con seis placas de bronce ubicadas en su parte inferior, haciendo un homenaje a seis jóvenes pintores de la localidad para resaltar el pasado y futuro de su cultura. La obra fue dirigida por el reconocido pintor y maestro ecuatoriano Santiago Carbonell.
La primera placa fue realizada por el pintor, René Toral, quien resaltó la naturaleza plasmando el tradicional Cerro de los Gallos, los cuerpos de agua, las milpas de siembra de maíz y el bastón de las pastoras con cascabeles que fecundan la tierra en temporada de labrar.
Otro de los artistas fue Martín Jurado, pintor que desarrolló su obra en la flora y fauna del lugar, al poner el cedro, pino, hongos, magueyes, nopales, coyotes, zorros, peces, halcones, el gato montés; y los colmillos de mamut que se exponen en el museo de la cabecera municipal.
Susana Garduño Soto, fue la creadora de la cosmovisión de Amealco de Bonfil, en la que plasmó el reloj de la catedral, el sol y la luna reflejado en las montañas y zonas boscosas del lugar; y la mariposa monarca toda vez que esta localidad es ruta de su durante la primavera.
Francisco Alcantar se concentró en el pasado y tomó en cuenta los espacios que guardan historia como la antigua cúpula de la iglesia principal, una mujer con su rebozo como los que se elaboraban, con ello se representó la imagen femenina y los toritos que queman en las fiestas patronales.
Manuel Uribe Álvarez, acentuó la forma de vida de los amealcenses a través de la construcción de casas, el bordado de las artesanas de la zona indígena, la elaboración de artículos de barro y el lema “Nuestros abuelos sabían trabajar la tierra, nuestros padres aprendieron y nosotros ya sabemos”, (en español y hñahñú).
Por último, el pintor Eduardo Ruiz, en su obra plasmó la dualidad de una sociedad donde conviven, hablan y se solidarizan, esto entre personas de raza mestiza y otomí con gente joven; como parte de la esperanza de un porvenir en esta tierra.
Quien es líder en Amealco, es la mujer, y los artistas por eso le dieron mayor peso y apoyo por ser los motores de vida y de las familias del municipio.
OBELISCO DE ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN (IV CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE AMEALCO 1538 –1938)
Este monumento se construyó en 1938 para conmemorar el IV centenario de la fundación de la Villa de Santa María Amealco, como se constata en la placa conmemorativa localizada al frente, en el primer nivel del monumento, reforzada con el reconocimiento de los pueblos originarios de esta zona, los otomíes, a través del glifo de Amealco que se localiza en los cuatro costados.
El obelisco está sobre un basamento de cantera gris. Construido en cantera rosa típica de esta región. Compuesto por dos cuerpos, remata en una estructura metálica dorada, que simboliza una llama perenne.