Este espacio religioso se construyó en el siglo XVII por los jesuitas; en su interior podemos encontrar la imagen del Apóstol Santiago, quien es Patrón de la ciudad de Querétaro.
El templo resguarda uno de los archivos más antiguos que hay en todo el estado, con documentos que datan de 1580.
Una única torre del lado izquierdo, así como una cruz patriarcal en el atrio son los compuestos principales de la fachada de este recinto, que tiene un estilo más sobrio con respecto a otros templos de la ciudad.