Un recorrido por los sabores, aromas y emociones que hacen de Querétaro el escenario perfecto para celebrar el romance.
En el corazón de México, Querétaro resguarda un encanto que trasciende el tiempo. Entre valles cubiertos de viñedos, pueblos mágicos con calles empedradas y haciendas que conservan la elegancia del pasado, el estado ha sabido posicionarse como uno de los destinos más románticos del país. Aquí, el amor se celebra en cada brindis, en cada platillo compartido y en cada experiencia que invita a detener el reloj.
El turismo de romance ha encontrado en Querétaro un aliado natural. Su clima templado, su cercanía con la Ciudad de México y la calidez de su gente hacen que las parejas elijan este destino para vivir momentos inolvidables. Desde pedidas de mano y escapadas románticas, hasta bodas y lunas de miel, Querétaro ofrece escenarios que inspiran y experiencias que enamoran.
Entre sus mayores tesoros se encuentra la Ruta del Arte, Queso y Vino, un viaje sensorial que combina tradición, sabor y hospitalidad. En Ezequiel Montes, Tequisquiapan y Bernal, las parejas pueden recorrer bodegas, disfrutar de catas guiadas, organizar picnics entre los viñedos o simplemente contemplar el atardecer con una copa en mano. En cada visita, el vino queretano revela una historia: la del esfuerzo de sus productores, la pasión por la tierra y el deseo de compartir su esencia con el mundo.
La gastronomía queretana completa esta trilogía de experiencias. Con raíces que mezclan lo prehispánico y lo contemporáneo, su cocina ofrece una carta de emociones: quesos artesanales, mieles de producción local, pan recién horneado, chocolate, nopal, enchiladas queretanas y una gran variedad de platillos que evocan hogar y tradición. Muchos de estos sabores se disfrutan en restaurantes con encanto, terrazas con vista a los viñedos o en cocinas que reinterpretan la herencia local con un toque moderno y sustentable.
Querétaro también se ha consolidado como un referente en el turismo de bodas y eventos románticos. Sus haciendas coloniales, viñedos, jardines y hoteles boutique se transforman en escenarios ideales para celebrar el amor. Con el apoyo de una amplia red de proveedores locales —floristas, chefs, coordinadores y artesanos—, el estado ofrece experiencias personalizadas y con un creciente compromiso hacia la sustentabilidad y el consumo responsable.
Cada rincón queretano invita a vivir el amor a través de los sentidos. Ya sea en un paseo en globo sobre los campos de viñedos, una cena privada bajo el cielo estrellado, una caminata por el Centro Histórico o un descanso en una casona antigua convertida en hotel, las parejas descubren que Querétaro es mucho más que un destino: es una emoción que se comparte y se recuerda.
En Querétaro, el vino, la gastronomía y el amor se entrelazan para crear historias que perduran más allá del viaje. Aquí, cada experiencia es una promesa, cada paisaje una declaración y cada sorbo un motivo para volver a brindar por el amor.
