De estilo barroco, este convento se construyó entre 1731 y 1745 por el arquitecto Ignacio Mariano de las Casas. En su fachada podemos encontrar columnas salomónicas que resguardan seis nichos donde están las esculturas talladas de San Agustín, San Francisco, La Dolorosa, San Juan, Santa Mónica y Santa Rita; en el medio destaca Cristo Crucificado conocido como el Señor de la Portada.
La cúpula del templo esta adornada en su parte exterior por azulejos, y esta a su vez se rodea por ángeles labrados en piedra que están vistiendo atuendos indígenas.
Su claustro es ahora el Museo de Arte de Querétaro, que fue fundado en 1988 y cuenta con más de 15 salas de exhibición.